Uno de los sectores agrarios que más se juegan en las negociaciones para el establecimiento de una nueva Política Agraria Común (PAC) y de los recortes en el presupuesto que pudieran darse es el olivar. Como bien sabido una de las propuestas para el horizonte agrícola más allá de 2014 es el establecimiento de una tasa plana por hectárea, se recortan las ayudas directas, y no se premiará la productividad de las tierras perjudicando claramente a nuestros agricultores. Pero más allá de los recortes que pudieran venir, lo que de verdad nos preocupa es la necesidad de tomar las riendas para hacer frente a la situación de pérdida de valor que se viene registrando en los últimos años en este sector.
Desde ASAJA hemos venido dando la voz de alarma ante la inexplicable caída en los precios en origen en el sector del aceite de oliva, unos precios que han llevado a estos agricultores a tener que afrontar con grandes dificultades el mantenimiento de estas explotaciones, principalmente por el incremento de costes y la falta de rentabilidad. A pesar de lo que en estos momentos puedan reflejar las pizarras en cuanto a los precios en origen del aceite de oliva, lo cierto es que no se puede hablar de una buena cosecha, pues a pesar de la escasa producción la campaña no ha tenido buenas cotizaciones, y no ha sido hasta el final de la cosecha cuando se ha producido este repunte que no va a poder compensar en la mayoría de los casos los costes de producción y mano de obra. Hacía años que no nos enfrentábamos a una cosecha de aceite tan escasa como la actual, las consecuencias de la sequía han provocado rendimientos muy bajos y por tanto que las reservas de aceite de oliva escaseen. En Almería donde contamos con unas 18.000 hectáreas de olivar podemos decir que esta reducción de la cosecha es menos significativa que en otras zonas productoras.
La producción de aceite de oliva en almazara en esta campaña 2012/13, a 30 de noviembre, ha alcanzado en España la cifra de 90.197,89 toneladas, lo que supone un descenso del 52 % respecto a la campaña anterior y del 27% respecto a la media de las cinco campañas precedentes.
Además, nos encontramos con una tendencia al descenso en el consumo nacional debido a la crisis económica, pues no es un producto que hoy en día con la situación de crisis que atraviesan los hogares esté al alcance de todos los bolsillos y de hecho ya se percibe un incremento de las ventas de aceite de girasol.
Tampoco quisiera olvidar otro de los grandes temores que como agricultores nos acechan: la creciente competencia de Países Terceros, asunto que en la provincia de Almería conocemos bien, pero que debe calar en el sector si de verdad quiere sobrevivir en un mercado cada vez más globalizado. Marruecos tiene en marcha un ambicioso proyecto centrado en el olivar y este año pondrá en el mercado 100.000 toneladas, Túnez también se erige en una amenaza potencial pues los costes de producción en estas zonas son muy inferiores a los de nuestros agricultores. De hecho se puede comprobar cómo este año las importaciones de aceite están aumentando debido a la escasez de la cosecha española; en el mes de octubre y noviembre se han incrementado un 128,33% respecto a la campaña 2011/12 y un 195,26% respecto a la media de las cinco campañas anteriores. Son datos que deben ponernos en alerta.
ASAJA se encuentra trabajando para hacer ver a las Administraciones que la reconversión del sector, la modernización y la optimización de costes deben orientar todas y cada una de las políticas que de ahora en adelante se vayan a poner en marcha. Y estamos en ello; recordamos que este año se han creado el Consejo Andaluz del Olivar, en el que participa ASAJA y que se ha puesto en marcha la Mesa de Calidad del Aceite de Oliva en los que se analiza la situación del sector y donde ASAJA trata de promover actuaciones que permitan mejorar la renta de nuestros agricultores y la defensa de la olivicultura. Además se está desarrollando la “Estrategia andaluza para la incentivación de la calidad del aceite de oliva” un documento que ha sido bien valorado porASAJA al entender que recoge adecuadamente las principales inquietudes del sector, la realidad del aceite de oliva y su problemática y que pone en valor la alta calidad de nuestros aceites de oliva. Esta estrategia recoge los principales retos del sector y basa su puesta en marcha en diez líneas de actuación entre las que se encuentran la unificación de la normativa de calidad internacional, la caracterización del mapa oleícola andaluz para conocer en profundidad cada tipo y categoría de aceite, la implantación de sistemas de gestión de calidad y la mejora de las estructuras productivas.
El sector del olivar es uno de los más importantes de Andalucía y de España, supone junto con el hortofrutícola más de la mitad de la renta agraria andaluza y es un signo de identidad fuera de nuestro país. Este sector presenta un marcado carácter tradicional y cuenta con un gran valor para nuestras zonas rurales siendo fuente de empleo y riqueza en Andalucía. Tenemos por tanto mucho trabajo por delante.
Por Francisco Vargas
Presidente de ASAJA Almería
Publicado en Diario Almería 19 enero 2013