La Mesa del Agua de Almería se ha reunido en la sede de Asempal para analizar la situación hídrica en la que se encuentra la provincia y que los representantes han calificado de «grave ahora mismo pero que puede tornarse en dos meses en una situación muy grave» ante la posibilidad de la suspensión del trasvase del Negratín al Almanzora para finales del mes de septiembre. El portavoz de la Mesa del Agua, José Antonio Fernández, ha recordado por un lado, los retrasos en los temas administrativos que están ralentizando las actuaciones en la zona del Poniente de la provincia, mientras que el Almanzora vive con incertidumbre la posible suspensión de la llegada de los 50 hectómetros cúbicos del Negratín al Almanzora, «algo que es gravísimo». Las previsiones de los regantes, que han ido ahorrando agua durante estos meses, hace que puedan seguir regando durante el verano, pero si las condiciones climáticas no acompañan el problema sería «igual de terrible que hace dos años» cuando se suspendió la llegada de agua desde el pantano granadino.

La Mesa del Agua de Almería también ha recordado que «siempre hemos estado dispuestos a todo, hemos puesto nuestra firme disposición encima de la mesa para financiar y cofinanciar obras hidráulicas, pero las administraciones no están a la altura de los administrados. Ni el Gobierno central ni la Junta de Andalucía».

José Antonio Fernández ha lamentado que «sigamos dependiendo del clima y es una lástima que con la tecnología que tenemos, la desaladora de Villaricos siga después de siete años inutilizada y al menos tarde dos años más o tres, en poder ponerse en marcha. En esas riadas otras infraestructuras sufrieron daños y en unos meses se empezó a trabajar» por lo que se ha preguntado porqué la administración «tarda 10 años en hacerlo».

TRASVASES NEGRATÍN-ALMANZORA Y TAJO-SEGURA
Desde la Mesa del Agua de Almería se ha recordado que el sureste español se enfrenta a una problemática común debido a la falta de agua y a la necesidad de contar con las aportaciones de trasvases como ocurre en la provincia de Almería con los provenientes del Negratín-Almanzora y del Tajo-Segura. Por eso, ante la posibilidad de que para el próximo mes de septiembre se suspenda el trasvase desde el Negratín al Almanzora y el trasvase del Tajo-Segura pueda verse mermado o, en su caso, también suspendido, la Mesa del Agua de Almería ha expresado su «inquietud e incertidumbre». La parte de la provincia de Almería a la que afecta la suspensión del suministro vive «esa incertidumbre por no saber qué puede ocurrir» y se ha recordado que «nosotros ya aceptamos la desalación como forma de tener agua. Pero tenemos el problema del precio, porque hay una ley que dice que debe ser de 30 céntimos el hectómetro cúbico, pero no se cumple con Almería y estamos a la espera de que haya voluntad política para cumplirlo».

Hay que recordar que el trasvase Negratín-Almanzora es vital para el sector agroalimentario de la comarca del Almanzora porque de él depende el riego de más de 24.000 hectáreas. La paralización del trasvase Negratín-Almanzora ya supuso en el verano del año 2017 que se perdiera casi el 50% de la producción agrícola de la comarca del Almanzora, donde no se pudo sembrar toda la superficie de producción. Si en septiembre se suspendiera el trasvase desde el Negratín se sumaría a otras pérdidas como la de los 15 Hm3 para regadío que nunca llegaron a suministrarse de la desaladora de Cuevas del Almanzora, inutilizada tras las inundaciones del año 2012.

PONIENTE DE ALMERIA Y COMARCA DE NÍJAR

Sobre la situación en la Comarca del Poniente almeriense, desde la Mesa del Agua se ha recordado que la desaladora del Poniente está al 100% de su uso y que la Junta Central de Usuarios no ha mantenido ninguna reunión aún con el nuevo Gobierno andaluz. El objetivo de la zona es que se pudiera extraer agua del acuífero superior que es excedentario y mezclar con agua desalada «pero aún no se ha autorizado».

Y en cuanto a la Comarca de Níjar se ha recordado que se sigue «funcionando especialmente con el agua desalada», que supuso en su día una fuerte apuesta de los regantes de la zona ante la escasez hídrica que sufre la Comarca.

PACTO ANDALUZ POR EL AGUA
La Mesa del Agua ha valorado que ayer la Junta de Andalucía estuviera en una reunión para crear bases de trabajo y que para septiembre de 2020 haya un pacto andaluz por el agua funcionando. «Nos parece bien su creación, pero nos hacemos una pregunta ¿por qué tenemos que esperar hasta septiembre del año que viene? ¿y desde ahora hasta entonces qué? Pedimos documentación e información en el Poniente que se necesitan permisos para coger agua del acuífero superior que es excedentario para mezclarlo con agua desalada, pero no han contestado».

José Antonio Fernández ha recordado que se trabaja en un pacto andaluz, en un pacto provincial o en el Libro Verde, «pero nosotros vemos que no se resuelven nuestros problemas». Por eso, para septiembre de este año, una vez terminado el año hidrológico, la Mesa del Agua tiene previsto mantener una nueva reunión en la que se cuente con la participación de la Junta de Andalucía para que conozca de manera detallada las propuestas y soluciones que la Mesa del Agua ha ofrecido. «Que haya una línea de trabajo y unas obligaciones y no tener que esperar hasta septiembre de 2020 para empezar a solventar nuestros problemas», ha incidido José Antonio Fernández.

Presencia del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura
A la reunión también ha asistido el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, que ha explicado que «la Mesa de Almería forma parte del ‘Cirulo por el Agua’ en la que hay intereses de las provincias de Almería, Murcia y Alicante. «Tenemos una agricultura magnífica, proactiva y la más dinámica de Europa pero luchamos contra la inseguridad hídrica y contra el coste que tiene el agua no solo para el sector productivo, sino también para las poblaciones de las tres provincias». Ha incidido en la «preocupación por el discurso de la autosuficiencia de las cuencas hidrográficas» y ha recordado que «si por algo se han caracterizado las cuencas del Segura y las andaluzas ha sido por ser generosas entre ellas y por entender que hay una labor de infraestructura hídrica que ha generado nuestra producción, por lo que estamos preocupadísimos por las declaraciones del candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, que habla de cortar esos actos de solidaridad». Se confunden cuencas hidrográficas con comunidades autónomas y los representantes políticos de cada comunidad autónoma están haciendo al candidato introducirse en una serie de campos en los que está siendo mal asesorado».

Según Lucas Jiménez, «estamos pagando los costes más altos por metro cúbico de agua en el sector productivo y desde luego luchamos contra la inseguridad hídrica que solo se soluciona con la solidaridad en un contexto de país».