La monografía «La incorporación de valor añadido en la cadena agroalimentaria. Retos para el cooperativismo andaluz» destaca el «gran peso» de la producción y el escaso de la industria, así como el avance «importante» de este sector, que ha aumentado su facturación un 80 por ciento en la última década.
El informe, que será presentado hoy por Cajamar Caja Rural en el marco del IV Congreso de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía que se celebra en Granada, muestra la situación actual del sector en Andalucía, su evolución y sus perspectivas de futuro.
El sector, que representa el 19,5 por ciento del complejo agroalimentario nacional, aporta al PIB regional un 4,4 por ciento del total, cuando a nivel estatal sólo supone el 2,2. En 2012 la actividad agraria andaluza generó un valor añadido bruto de 9.400 millones de euros, empleó a 270.000 personas y obtuvo un superávit comercial de más de 4.000 millones de euros. El valor de la producción final agraria fue de 9.907,9 millones de euros en 2012, lo que supone un 9,5 por ciento más que en 2002, según ha informado Cajamar.
En el estudio se recoge que la producción vegetal es la que mayor peso tiene en el conjunto del sector, al suponer un 81 por ciento del total, especialmente la hortofrutícola y la de aceite de oliva que conjuntamente facturan más del 70 por ciento del total y supera los 1.000 millones de euros. Les siguen en importancia suministros, piensos y vacuno de leche, con incrementos en su mayoría, en la última década, del 70 por ciento.
La comparativa de los últimos diez años (2002-2012) muestra un incremento del valor añadido bruto y de la producción en un 26,3 y un 31,2 por ciento, respectivamente.
La productividad ha crecido en un 43,8 por ciento, lo que contribuye a mejorar la competitividad del sector y a fortalecer su presencia tanto en el mercado nacional como en el de exportación.
En cuanto a la transformación de productos agroalimentarios en Andalucía, el informe refleja que su actividad es todavía «reducida» y se plantea como una de las áreas con amplio recorrido hacia una mayor modernización e industrialización agroalimentaria en la comunidad.
Este incremento del valor añadido supondría una mejora económica tanto por la generación de ingresos, por importe de unos 3.082 millones adicionales, como por la creación de empleo, con unos 65.000 nuevos puestos de trabajo.
En Europa la participación media de las cooperativas agrícolas en el mercado es de un 40 por ciento, mientras que en España es superior al 50 por ciento.
Por comunidades, Andalucía, Asturias, Cantabria y Navarra son las que presentan una mayor dimensión económica, con facturaciones superiores a los 7,5 millones de euros, no obstante la repercusión por socio en la comunidad andaluza es muy inferior a la media nacional, debido a que existe un mayor número de integrantes por cooperativa.
En el informe se indica que se está produciendo un cambio de enfoque empresarial en las cooperativas agroalimentarias andaluzas, acercándose al mercado, con una mayor coordinación entre producción y comercialización y una mayor especialización.
Datos provinciales
Por provincias, según los datos recogidos por Faeca, Almería, Córdoba, Jaén y Sevilla reúnen más del 70 % de la facturación de la región, aportando el cooperativismo almeriense el 27,8 % del total, lo que evidencia que en el ámbito agrario es el más desarrollado. Por su parte, las 85 cooperativas de Granada facturaron 379,7 millones de euros, lo que supone 4,5 millones de euros por sociedad.
La provincia con una mayor presencia de empresas cooperativas es Jaén (155), aunque la facturación media de las mismas está por debajo de la media andaluza. Esta atomización es una característica, no obstante, de la comunidad con respecto a otros territorios nacionales. Le siguen en número de sociedades Córdoba (98) y Sevilla (95). En el otro extremo están Huelva (53) y Cádiz, con menor tradición (solo 34 cooperativas con una facturación de 154,9 millones de euros, frente a los 1.270,1 de Almería o los 811 de Córdoba).
Publicado: 2 octubre 2013