Los invernaderos almerienses comienzan una nueva campaña agrícola. Las zonas más tempranas ya tienen establecidos los auxiliares en pimiento y muchos de los cultivos del Poniente almeriense ya están trasplantados.

En los cultivos de tomate de Almería también se están realizando ya las sueltas de Nesidiocoris en los semilleros, para proteger las plantas desde el primer momento frente a la polilla del tomate, Tuta absoluta, pero también de la mosca blanca y de las virosis asociadas a ella.

Las estrategias preventivas contra las plagas son las que mejores resultados dan, por eso es importante que se utilicen correctamente todas las herramientas disponibles para su control. La limpieza de los invernaderos, la eliminación de los residuos agrícolas, la solarización, los cerramientos y las cubiertas, la colocación de las feromonas de confusión sexual contra orugas, las placas cromotrópicas y la eliminación de las malas hierbas, son algunas de las medidas que bien aplicadas se complementan y disminuyen la incidencia de las plagas, rompiendo su ciclo biológico y dificultando su entrada a los invernaderos.

La estrategia de control integrado de plagas en los cultivos hortícolas, basando el control de las mismas en los enemigos naturales, funciona mejor siempre que éstos se establezcan de forma adecuada antes de la llegada de las plagas. Cuando se completan varias generaciones de auxiliares en los cultivos, las poblaciones adquieren los niveles suficientes para que puedan evitar el desarrollo de las plagas que van colonizando el cultivo. Es necesario aportar a cada uno de estos aliados en la lucha contra las plagas las condiciones que necesita tanto ambientales como nutricionales y sobre todo respetar los plazos de seguridad de los tratamientos fitosanitarios que se aplican, e intentar que sean productos los más compatibles posible con la fauna útil. En este sentido, Agrobío dispone de los protocolos de manejo adaptados a cada cultivo y plaga, también para cultivos ecológicos.

Agrobío, pioneros en la alimentación con ácaros presa sobre el cultivo, señala que esta estrategia preventiva nos permite alcanzar altas poblaciones de depredadores en ausencia de plaga y de polen. Ha sido la herramienta clave que nos ha permitido implementar el control biológico en el cultivo del pepino y en ornamentales, logrando que los ácaros depredadores se establezcan desde las primeras semanas de cultivo. Los buenos resultados logrados en el control biológico del trips, están consiguiendo que cada vez se sume más superficie de cultivos a esta técnica, facilitando su aplicación a los agricultores mediante el desarrollo de máquinas adaptadas a nuestros invernaderos.

Las altas poblaciones de T. montdorensis y A. swirskii que se consiguen con la alimentación, frenan también el desarrollo de plagas como la araña roja. Asimismo, las sueltas preventivas de A. andersoni, en las bandas y ventanas cenitales, complementan el control curativo de esta plaga (generalmente realizado por Phytoseiulus persimilis) cuando las temperaturas son más altas y las condiciones favorecen más el desarrollo de la plaga que el de este depredador.

Para el control de las diferentes especies de pulgones que aparecen en hortícolas, la estrategia preventiva se basa en la siembra de cereales, intercalados en las líneas de cultivo. Cuando este cereal alcanza los 10 cm de altura, se inoculan con dos especies de pulgones específicos del cereal, Sitobion avenae y Rhopalosiphum padi. Estos pulgones que no se reproducen en nuestros cultivos, nos permiten introducir pequeñas dosis de diferentes avispas parásitas, en un formato de bote Mixcontrol que mezcla hasta 6 especies diferentes y así estar preparados para hacer frente a cualquiera de las especies plaga de pulgón que aparecen en los cultivos. El manejo adecuado de los cereales y sus pulgones específicos, nos permite además poder determinar que parasitoides están controlando mejor los pulgones plaga que aparecen en nuestro invernadero; así como establecer poblaciones de depredadores, muchos de los cuales, aparecen de forma espontánea en nuestros cultivos, como las crisopas, Scymnus, mariquitas, Aphidoletes o sírfidos y que son clave para hacer frente a los focos de pulgón que puedan surgir a lo largo del ciclo de cultivo.

Firma: Agrobio

https://www.agrobio.es/