ASAJA-Almería celebra la decisión del Tribunal General de la Unión Europea de anular mediante sentencia los acuerdos con Marruecos por su aplicación sobre los productos del Sáhara Occidental ya que puede suponer una oportunidad para revisar el Acuerdo y apostar por mecanismos eficaces de control, ya no sólo en cuestiones de precios o cantidades, sino además, en aspectos de trazabilidad, vigilancia fronteriza y seguridad fitosanitaria.
En este sentido consideramos fundamental el apoyo del Gobierno español, a través de su Ministerio de Agricultura, para poner en marcha un frente común con otros países afectados y para que se garantice de una vez por todas, el cumplimiento estricto de este Acuerdo. De hecho, la próxima semana existe una excelente oportunidad para empezar a trabajar en esta línea, y así lo trasladaremos en el nuevo encuentro previsto en el Comité Mixto del tomate, como sabemos uno de los productos más perjudicados por la llegada masiva de productos alauitas a los mercados europeos.
La repercusión provocada por la falta de reciprocidad y de medidas que garanticen una competencia en igualdad de condiciones está motivando no sólo la desaparición del tomate, situación ésta avalada por diferentes estudios e informes, sino que además, tal y como venimos advirtiendo desde ASAJA-Almería, está trayendo consigo la desestabilización del resto de producciones hortícolas. De hecho, este mismo año hemos vuelto a reclamar la revisión del Acuerdo comercial con Marruecos, tanto en las reuniones mantenidas con los eurodiputados como con el Ministerio y creemos por lo tanto, que con esta sentencia se abre una posibilidad de buscar un acuerdo en el que cuestiones como la trazabilidad y la seguridad alimentaria estén mucho más presentes.
Una vez más desde ASAJA reclamamos que los representantes españoles en el parlamento europeo, presionen para conseguir que se abra un nuevo marco de negociación en el que el sector pueda hacer frente a la competencia desleal y se garantice que el Acuerdo se cumple de forma estricta. Además, dados los objetivos marcados por la propia Europa para su agricultura, con su estrategia del Pacto Verde, debe empezar a exigir la misma línea de trabajo a los productos que pretende introducir en el mercado en todos y cada uno de los Acuerdos comerciales que tiene firmados y los que se vayan a poner en marcha, de lo contrario, se está propiciando una situación de competencia desleal que pone en jaque la supervivencia de las explotaciones agrarias.