El pleno del Parlamento Europeo (PE) ha dado su conformidad para que entren en vigor el acuerdo de asociación negociado con seis países de Centroamérica y el tratado de libre comercio (TLC) pactado con Colombia y Perú, que en ambos casos prevén la liberalización progresiva de sus intercambios.

El pleno de la Eurocámara, reunido en Estrasburgo (Francia), respaldó de forma mayoritaria tras una larga tramitación en el seno de la UE ambos acuerdos, que se terminaron de negociar en mayo de 2010.

 El acuerdo de asociación con Centroamérica (que abarca a Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) es el primero que la Unión concluye «de región a región» y está basado, además de en el libre comercio, en pilares de cooperación y diálogo político.

 La UE espera que suponga la apertura de los mercados, contribuya a crear un entorno estable para las empresas y la inversión y potencie el desarrollo sostenible.

En el caso de Colombia y Perú  permitirá a ambas partes eliminar de forma gradual los aranceles sobre exportaciones e importaciones, así como liberalizar los mercados de servicios y contratación pública.

 Los aspectos comerciales de los dos acuerdos entrarán en vigor una vez que el Consejo de la UE les dé su visto bueno formal, y que los parlamentos de los países latinoamericanos hagan lo propio (en el caso de Centroamérica, al menos dos de ellos, según fuentes comunitarias).

El PE también aprobó  los mecanismos de salvaguarda en favor de la producción europea de banano, especialmente sensible para regiones ultraperiféricas europeas como las Islas Canarias, de manera que se prevé la suspensión de las importaciones de ese fruto si se ven perjudicadas.

Los principales productos que la UE importa desde Centroamérica son el banano, el café y la piña, y según datos de la Comisión Europea, el acuerdo podría aumentar a largo plazo los ingresos de los seis países centroamericanos desde un 0,5 % en el caso de Nicaragua hasta un 3,5 % en el de Costa Rica.

 En Colombia y Perú, los más beneficiados por las ventajas arancelarias serán los productores de fruta (sobre todo banano y uva) y langostinos, mientras que por parte de la UE, se espera que el acuerdo favorezca especialmente a los sectores de la maquinaria, los automóviles y la industria química.

(Fecha publicación: 12 diciembre 2012)