La CE propone trato preferente a los productos del Sahara en el comercio con Marruecos. La Comisión Europea ha propuesto que los productos del Sahara Occidental mantengan un “tratamiento arancelario preferencial” cuando sean importados al mercado comunitario, en una modificación de los protocolos del acuerdo de asociación con Marruecos.

Después de que el Tribunal de Justicia de la Unión concluyera que los acuerdos entre la UE y Marruecos no deben aplicarse al Sahara Occidental, la propuesta pretende “evitar perturbar los intercambios comerciales” con este territorio “manteniendo el acceso” al mercado de la Unión “a un nivel estable”.
Sin “ninguna nueva preferencia” acordada, la CE asegura que busca “facilitar el desarrollo económico” del territorio saharaui “acordando el mismo trato al de las exportaciones de origen marroquí”.

“Estas medidas evitarán que el Sahara occidental esté en situación de competencia desleal, y pierda así oportunidades de inversión respecto a los países vecinos”, apunta la propuesta. La CE enviará ahora su propuesta a los Estados miembros y al Parlamento Europeo.

Según el Ejecutivo comunitario, esta propuesta es fruto de “consultas inclusivas con una amplia variedad de representantes locales del Sáhara Occidental, la sociedad civil y otras organizaciones y organismos” que han mostrado “un amplio apoyo a los beneficios socioeconómicos que aportaría la preferencia arancelaria propuesta”.
“Estas propuestas también se concluyen sin perjuicio de la posición de la UE sobre el Sáhara Occidental, donde la UE continúa apoyando los esfuerzos del Secretario General de las Naciones Unidas para lograr una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable”, agrega la CE, que considera a Marruecos “un socio clave”.

ASAJA, que siempre ha defendido la aplicación de la sentencia, y que  si los terrenos del Sáhara occidental tienen que ser excluidas del Acuerdo se debe abrir un nuevo marco de negociación. Si bien recuerda que el actual marco no cambia y el acuerdo permanece tal y como estaba, lo cual no quita que las autoridades europeas retomen  cuestiones, como la necesidad de exigir reciprocidad en el cumplimiento de la legislación fitosanitaria y de seguridad alimentaria a los productos exportados desde este país, garantizando que cumplen las mismas normas fitosanitarias, laborales y sociales que los productos cultivados en la UE.