Consejo y Parlamento decidieron, con el visto bueno de la Comisión, segregar los reglamentos agrícolas del llamado “Paquete Omnibus” relativo a la revisión intermedia del Marco Financiero Plurianual 2014-2020, para que las mejoras introducidas en la normativa, tanto en las propuestas de la Comisión aceptadas como las introducidas por Consejo y PE en los Trilogos pudieran entrar en vigor en la campaña 2018, a partir del 1 de enero. Dicho Reglamento modifica el Reglamento Financiero por el que se rige la ejecución del presupuesto de la UE, así como otros quince actos legislativos referidos a diferentes sectores, incluido el de la agricultura.

Entre las mejoras introducidas figuran la revisión de la definición de pastos permanentes para dar cabida a los pastos arbustivos, la ampliación del complemento al Pago Base para Jóvenes Agricultores que se incorporan al frente de la explotación, refuerzo de las Organizaciones de Productores de todos los sectores productivos, que tendrán capacidad para  planificar la producción y negociar contratos de suministro en nombre de sus miembros sin incumplir las normas de la UE sobre competencia, la mejora de las condiciones para acceder a los instrumentos de estabilización de mercado y fondos mutuales, etc.

 Entre las mejoras sustanciales que incluye el Reglamento «ómnibus» cabe citar las siguientes:

– Los agricultores ven reforzada su posición en la cadena agroalimentaria. Las nuevas normas van a incluir cláusulas de reparto del valor que negociará cada sector de producción y otorgan por primera vez a los agricultores el derecho a exigir un contrato escrito (a menos que las transacciones sean con pymes).

– Se introducen instrumentos más sencillos de gestión de riesgos para ayudar a los agricultores, lo que incluye un instrumento de estabilización de los ingresos específico para cada sector, así como mejoras en los regímenes de seguros que permitirán que los agricultores cuya producción o ingresos experimenten una reducción de al menos un 20 % reciban una indemnización de hasta el 70 %.

– Se establecen normas más claras en lo que respecta a la intervención en los mercados, gracias a lo cual la Comisión va a poder actuar rápidamente para contrarrestar las disfunciones del mercado, sin tener que recurrir a medidas de intervención pública o de almacenamiento privado.

– Los Estados miembros dispondrán de mayor flexibilidad para prestar apoyo a sectores específicos de importancia económica, social o medioambiental a través de la ayuda asociada voluntaria, incluso si tales sectores no están en crisis.

– Se fijan normas más claras en materia de ayuda a los agricultores, en particular mediante una definición más flexible de lo que se considera agricultor activo y unos incentivos más sustanciales para los jóvenes agricultores, pues los pagos adicionales se incrementan del 25 % al 50 % y se garantiza a todos los jóvenes agricultores el derecho a disfrutar del subsidio completo de cinco años para esos pagos, con independencia del momento en que los hayan solicitado dentro de los cinco primeros años de su establecimiento.

– Se mejoran las medidas medioambientales, con la simplificación de las normas sobre diversificación de cultivos y la incorporación de tres nuevos tipos de superficies de interés ecológico centrados en los cultivos fijadores de nitrógeno, de modo que los agricultores y las autoridades nacionales disponen de más opciones a las que acogerse en función de sus circunstancias particulares.