En menos de un año el Salario Minino Interprofesional (SMI) se ha incrementado en casi un 30 por ciento (un 5,5% ahora y un 22,3% en 2019). Una subida que resulta de todo punto inasumible para gran parte de las explotaciones agrícolas y ganaderas de nuestro país que arrastran una grave crisis de rentabilidad debido fundamentalmente a los bajos precios en origen y también los altos costes de producción, costes que, una vez más, se verán incrementados con esta decisión del Gobierno. Desde ASAJA reclamamos medidas de apoyo al sector que contrarresten esta nueva subida.

 Este aumento resulta inasumible por sí mismo y más aún si se tiene en cuenta lo que implica en términos de costes laborales totales. Y es que a esta nueva subida del SMI  hay que añadirle el importante crecimiento encadenado de las cotizaciones a la Seguridad Social (cuota empresarial) de dos años consecutivos. Las PYMES agrarias, generadoras de riqueza y de empleo en nuestro país, no podrán asumir este nuevo incremento máxime cuando no pueden repercutir sobre los precios de los productos el aumento de costes (por la dura competencia existente con productos de terceros países….), algo que pone en riesgo no solo la rentabilidad de las explotaciones, sino incluso su propia supervivencia.

Tal y como ya quedó demostrado en el año 2019 con anterior  subida del SMI, se destruirá empleo, se reducirán las contrataciones e incluso no puede descartarse que comiencen a abandonarse aquellos cultivos que son más intensivos en mano de obra, y que por ende son los más estratégicos para nuestro país.

Las regiones más perjudicadas, en nuestro sector, por esta subida son Andalucía, Extremadura, Canarias, Castilla-la Mancha, Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Aragón y Cataluña. Afectará a unos 220.000 trabajadores agrarios que están en las bases mínimas y niveles retributivos más bajos, a los más jóvenes y a los menos cualificados. En este sentido, hay que recordar que, según los propios datos de la Seguridad Social, la subida del pasado año provocó una destrucción de 50.000 puestos de trabajo siendo el sector agrario el más afectado porque  salieron del sistema especial agrario 33.400 trabajadores.

Desde ASAJA pedimos al Gobierno mecanismos internos de apoyo (sea en forma de bonificaciones en las cuotas de Seguridad Social o de incentivos fiscales ligados al empleo agrario) para contrarrestar esta nueva subida.