Tras entrega a la Junta Central de Usuarios de los dos sistemas de impulsión y solo en los meses de verano se ha experimentado una subida de 80 centímetros.

Transcurridos tres meses desde que la Junta Central de Usuarios de los Acuíferos del Poniente Almeriense se hiciese cargo de los bombeos de la Balsa del Sapo, el nivel de la lámina de agua ha subido mas de 80 cms; realidad ésta incontrovertible. Desde la Asociación Cañada de Las Norias, rogamos a la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, exija a la JCU reinicie el bombeo de 500 litros por segundo hasta llevar el nivel a la cota de seguridad tácitamente pactada.

Con el ritmo de subida actual en pocos meses se arruinará lo conseguido de Febrero a Julio, arrojando a los agricultores de nuevo a la ruina, más aún tras que éstos hayan invertido importantes cantidades de dinero en recuperar y restaurar sus explotaciones. Después de una inversión de casi 6 millones de euros, nadie entiende que se haya entregado la gestión del bombeo a la JCU sin que se garantice que tiene la capacidad de reutilizar una cantidad de agua suficiente para mantener el citado nivel de seguridad o que dispongan de una partida presupuestaria para bombear agua al mar hasta que la tengan.

Se avecinan meses de gran aporte hídrico al humedal, por las previsibles lluvias y los excedentes de los riegos de todo el Poniente. Los actuales responsables de achicar agua han de darle al botón para que esta fluya hacia el mar, sobre todo, hasta que no tengan agua buena para mezclar, medios y red de distribución, de lo contrario su comportamiento será negligente y serán responsables de cuantos daños pueda producir la crecida del nivel a la población civil, bienes y explotaciones agrícolas. Reiteramos a la Consejería su responsabilidad si no obliga a cumplir a la JCU lo acordado. Este colectivo prepara para próximas fechas movilizaciones encaminadas a obligar a quién corresponda a llevar a la Balsa del Sapo a niveles no lesivos para ciudadanos y fincas de Las Norias de Daza.

Una vez más recordamos que el túnel de evacuación sigue siendo la solución definitiva.
El hecho de la discontinuidad del bombeo no quita que se mire el túnel de evacuación como la solución definitiva, todo este temor desaparecería en el caso de que se hubiera construido el túnel porque esta conducción garantizaría un nivel basal y se podría bombear agua a demanda. Desgraciadamente las administraciones se echan la pelota de una a otra lo que nos hace temer que esta infraestructura se quede en el limbo provocando probablemente en el futuro un desastre de magnitud desconocida en la comarca. En medio, los habitantes del Poniente Almeriense que en su mayoría no entendemos ni de competencias ni de plazos sólo de la preocupación de que no llegue una lluvia torrencial.

Publicado: 5 septiembre 2013