Ante las frecuentes crisis de precios que padece el sector hortícola desde ASAJA trasladamos varias propuestas, entre ellas está la implantación del Código de Buenas Prácticas Mercantiles en la contratación alimentaria. Dicho código es uno de los instrumentos existentes en la Ley de Medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria.

Este Código, que tiene carácter voluntario, tiene como principios básicos  el equilibrio y la justa reciprocidad entre las partes, la libertad de pacto, la buena fe, el interés mutuo, la equitativa distribución de riesgos y responsabilidades, la cooperación, la transparencia, el respeto a la libre competencia en el mercado y la sostenibilidad en la cadena alimentaria. Todas estas son necesarias si queremos cambiar el actual modelo de relaciones que castiga al eslabón más débil, el del agricultor.

Al mismo tiempo, se establecen una serie de compromisos y prácticas comerciales generales, comunes a todos los operadores, y prácticas comerciales específicas. Además, el Código fija unos compromisos adicionales que tienen por objeto garantizar la calidad de los productos alimenticios, reducir el volumen de desperdicio alimentario y reforzar la cooperación entre los operadores ante crisis de mercado.

La ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria incluye mecanismos y herramientas necesarias para su cumplimiento, como la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), el Observatorio de la Cadena Alimentaria y el Código de Buenas Prácticas Mercantiles.

Publicado: 21 Enero 2016