Cuando el precio de los commodities (leche en polvo y mantequilla) baja en los mercados internacionales la industria española baja el precio de compra de la leche al ganadero, pero si por el contrario el precio de estos productos industriales sube significativamente, como está ocurriendo en las últimas semanas, el precio de compra al ganadero por parte de la industria española lejos de subir, sigue bajando, hasta el punto de situarse 3 céntimos por debajo de la media de las cotizaciones europeas.

Mientras que el precio de la leche en polvo registra 6 semanas de subidas ininterrumpidas y el precio de la mantequilla alcanza ya los 5 euros /kg. con tendencia al alza, el precio de la leche en origen en España sigue estancado en los 30 cént./litro, situándose muy por debajo de los 33,2 cent./litro de precio medio de la UE y lejos de los 36 cent./l. de Italia y Holanda y de los 38 cent./l. de Alemania.

Según la industria láctea española cuando el precio de los commodities baja en el mercado internacional los precios de la leche pagados al ganadero en España también bajan. Sin embargo, en la actual situación de alza de precios en los mercados internacionales, no se ha producido recuperación de precios en España y nuestros ganaderos perciben precios más bajos que el resto de productores de los principales países de la UE, con el agravante añadido del encarecimiento de los costes de producción que van a soportan los ganaderos como consecuencia de la grave situación de sequía que afecta a España.

A diferencia de lo que ocurre en España, en el resto de la UE la industria láctea sí que paga a los ganaderos cotizaciones razonables porque además de participar en el mercado de la leche líquida, estos industriales apostaron, tras la desaparición del sistema de cuotas y la expectativa de nuevos mercados internacionales, por los productos industriales e invirtieron en torres de secado (casos de Francia e Irlanda) para elaborar productos que se demandan en otros mercados fuera de las fronteras europeas.

ASAJA considera que la industria láctea española debería tomar ejemplo de sus competidores europeos y tener en cuenta que estamos en un mercado global donde se debe apostar por la diversificación de productos, con derivados lácteos (quesos, yogures, batidos, etc.) y con productos industriales, (mantequilla y leche en polvo), y por la apertura de nuevos mercados internacionales.